Una vida en continua reconstrucción

Nuestra visita a Belgrado fue totalmente cosa del azar. Una de esas ocasiones donde juntas tres días libres y buscas un destino que te permita aprovechar al máximo las horas y que además, tenga un buen precio. Así apareció el vuelo de Air Serbia por 109EUR y a Belgrado que nos fuimos. Era un vuelo de apenas hora y media desde Zúrich pero Air Serbia es aún una de esas pocas compañías que te obsequia con una bebida y un snack. We love it! 😍

Belgrado, en serbio Beograd y en cirílico Беoград, significa Ciudad Blanca

Belgrado la capital de la República de Serbia 🇷🇸 y la mayor y más poblada ciudad del territorio de la antigua Yugoslavia. Su presente está marcado por su convulso pasado. Su estratégica posición la convirtió en zona de batalla de imperios, reinos y civilizaciones a lo largo de los siglos, lo que conllevó una continua destrucción y sucesivas crisis que han relentizado su desarrollo y crecimiento. No hay que olvidar que la Guerra de Kosovo ¡fue apenas hace 20 años!. Todavía la ciudad muestra vestigios del bombardeo de la OTAN de 1999.

Hoy Belgrado se presenta como una ciudad dinámica, definida por su turbulenta Historia pero en un periodo de estabilidad y prosperidad, sin prisa pero sin pausa. Nuestra visita fue el 26 de febrero, el mes con menos turistas según nos dijeron, y aún las calles conservaban la decoración navideña, que se había solapado con los corazones ❤️ de San Valentín, y los festejos del año nuevo chino ⛩. A su ritmo.

Los cafés y los restaurantes han aflorado en cada esquina, los tranvías viejos y nuevos recorren las calles entre edificios aún medio derruidos, nuevas edificaciones de cristal se mezclan con construcciones de estética comunista y edificios neoclásicos. Un lento despertar dónde los recuerdos de los últimos enfrentamientos aún forman parte del presente de sus ciudadanos, y eso se deja notar en su rutina y en sus gentes.

* El billete de 500 billones de dinares fue emitido durante la guerra de los Balcanes, con el que se podía comprar poco menos que una barra de pan, incluso los quemaban para poder calentarse.

Datos útiles

Del aeropuerto salimos convencidos de coger un taxi hasta el hotel, habíamos leído que era una opción barata (1.800RSD/15EUR), pero en la misma puerta nos topamos con la parada del Minibus A1 que va desde el aeropuerto al centro en unos 30 min y por 300RSD/2.55EUR, así que al final nos decidimos por esta opción. El billete lo compramos a bordo.

Serbia no forma parte de la Unión Europea por lo que necesitarás el pasaporte para viajar  y cambiar Euros por Dinares Serbios

Equivalencia 1 EUR <> 117.57 RSD

Los precios están un poco por debajo de España y si comparamos con Suiza, es muy barato. Todo el mundo habla inglés y en los restaurantes tienen la carta traducida, por lo que la comunicación es muy fácil.

Nos alojamos en el Garden 40 – por supuesto reservamos con Hoteles.com y acumulamos dos noches 🎉. Un B&B económico y con muy buena ubicación, aunque en las fotos de la web se ve bastante mejor de lo que está. Es una propiedad antigua a la que le han hecho un lavado de cara, con pintura, muebles y otros detalles, pero le faltaba un poquito de mantenimiento. El desayuno era sencillo pero correcto y siempre había café y té a disposición de los huéspedes.

Qué ver

Como es costumbre, utilizamos un free tour para un primer acercamiento a la ciudad y su Historia. No hicimos reserva, sino que a las 10h nos acercamos a la Plaza de la República desde donde salen tres compañías de free tour identificadas con los colores, amarillo, naranja y rojo. Cuando llegamos estaban sólo los rojos, Belgrade Free Walking Tour, así que no tuvimos ni que pensar con quién hacerlo.

Plaza de la República

La Plaza de la República se encuentra en el corazón de Belgrado y es la plaza principal de la ciudad. En el centro se ubica el Monumento del Príncipe Mihailo, la primera representación ecuestre de un dirigente en Serbia y todo un símbolo para los belgraneses. En un lado de la plaza está el Teatro Nacional, cuyo edificio fue construido durante tres épocas distintas por lo que si le das una vuelta verás los diferentes estilos representados en sus fachadas. El Museo Nacional se encuentra al otro lado. Recientemente reinaugurado tras quince años de trabajos, la colección es principalmente pictórica, no es muy amplia por lo que se puede ver en una hora tranquilamente. La entrada es gratuita.

Restaurante ?

Kafana ?

La visita con nuestro guía, continuó por la calle peatonal Knez Mihailova. Es la principal arteria comercial de la ciudad y discurre entre edificios construidos durante la segunda mitad del siglo XX que albergan tiendas, galerías, centros culturales y otras instituciones, como Facultades y Ministerios. Avanzando por las calles colindantes llegamos a la Catedral Ortodoxa de San Miguel que se encuentra en frente del Kafana ?, del que hablo más adelante. Construida sobre los restos de una Iglesia con el mismo nombre del siglo XVI, ha sido destruida y reconstruida en continuas ocasiones, y actualmente es uno de los lugares de culto más importantes del país.

El paseo continuó hasta el monumento más importante de Belgrado: la Fortaleza Kalemegdan. Se puede caminar alrededor de todo el perímetro y pasear entre sus murallas, dónde encontrarás indicaciones sobre las distintas secciones del complejo. Desde aquí se tienen vistas panorámicas al Río Sava y al conocido como Nuevo Belgrado, donde se dibuja ya un perfil de ciudad moderna, en crecimiento, con sus torres de edificios de oficinas y sus puentes sobre el río que unen en un constante transcurrir de coches, lo viejo con lo nuevo. A lo largo de la ribera se encuentran numerosos botes restaurante, que se convierten en clubs nocturnos.

En el interior de la fortificación, sobre un pedestal de 14 metros se encuentra el Pobednik, literalmente el Víctor: la estatua de un hombre desnudo, construida en 1928 para conmemorar la victoria de Serbia sobre el Imperio Otomano y el Imperio Austro-Húngaro durante las Guerras de los Balcanes y la Primera Guerra Mundial, es el símbolo más reconocible de la ciudad de Belgrado. Su desnudez fue algo muy polémico en la época en la que se creó y ha estado escondido y en distintas localizaciones hasta que ha encontrado su lugar. Desde el mirador de la zona más alta, se tienen vistas  al parque de la zona baja de la fortaleza, que se extiende hasta la confluencia de los ríos Sava y Danubio. En el interior, también se halla el Museo Militar que expone al aire libre una amplísima colección de vehículos y armamento militar.

Calle Skadarska

Calle Skadarska

La última parte del tour nos llevó callejeando, atravesando la Kralja Petra. Esta calle une los dos ríos de Belgrado y en su recorrido se encuentran construcciones de diferentes épocas y tres importantes edificios de tres cultos distintos: la Mezquita, el Museo Judío y la Catedral Ortodoxa. El tour con nuestro guía terminó en la calle Skadarska, epicentro del barrio bohemio, donde tiempo atrás residían artistas e intelectuales. Una calle adoquinada y con paredes de ladrillo rojo, que se ha transformado en un nuevo centro cultural, con cafés, restaurantes, galerías,… conservando su atmósfera bohemia y un tanto decadente. Los graffitis son muy populares en la zona, si callejeas un poquito, verás grandes obras de arte.

 

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Otra de las visitas obligadas, es el Hotel Moscú, construido en 1906 con capital ruso, de ahí su nombre, e inaugurado por el rey de Serbia del momento, uno de los más antiguos hoteles aún en funcionamiento de todo Serbia. Un majestuoso edificio, bajo protección estatal por ser considerado monumento arquitectónico. Se ubica en la plaza Terazije y a lo largo de su historia ha sido sede de muchas organizaciones, entre ellas la Gestapo.

Hotel Moscú

Fuera del cogollo histórico y ya por nuestra cuenta, visitamos la Iglesia Ortodoxa de San Sava, la más grande de los Balcanes y una de las más grandes del mundo. El templo está dedicado a San Sava, fundador de la Iglesia Ortodoxa Serbia y una figura importante en la historia medieval de Serbia. Se encuentra en construcción, pero su cripta impecablemente decorada se puede visitar. No es la típica cripta a la que estamos acostumbrados. El edificio es también digno de admirar por lo que el paseo hasta allí está justificado. Asimismo, también la Iglesia de San Marcos, de estilo serbio-neobizantino merece una visita. Creo que es la primera vez que visitamos templos ortodoxos y fue muy interesante observar a los fieles y sus costumbres. Tanto el espacio dentro de las iglesia como los rituales difieren bastante de los templos católicos que conocemos y a los que estamos más acostumbrados. ¡Es que hay que salir más de casa!

Cripta de la Iglesia de San Sava

Recorrimos parte del barrio de Savamala, una de las zonas dónde se están experimentando más cambios en los últimos años. Un área con arquitectura ecléctica dónde espacios post-industriales, convergen con edificios neoclásicos y barrocos.

Nikola Tesla es uno de los personajes más ilustres de Serbia y a él está dedicado un pequeño pero muy didáctico museo. Las visitas son guiadas en inglés y cuestan 500RSD/4.25EUR – en su web puedes consultar los horarios. Tras un video sobre su vida y una explicación sobre sus principales descubrimientos, los visitantes se convierten en parte activa del relato. La visita se completa con una breve exposición de objetos que pertenecieron al Ingeniero, junto a la urna esférica que contiene sus cenizas.

Nos quedaron cosas por visitar: la Residencia de la Princesa Ljubica, otros museos, el Nuevo Belgrado, las riberas, la zona del Zemun con la Torre del Milenio, ya bastante más alejada del centro,…  lo que siempre es excusa para algún día regresar 😉 Disfrutamos mucho de lo que alcanzamos a conocer, pero tres días dan para lo que dan.

Qué comer y dónde

Belgrado tiene muchos restaurantes, pero no un oferta muy variada, por lo que ya depende del viajero elegir lo que prefiera probar. Son muy aficionados al café por lo que encontrarás un sin fin de cafeterías y de pequeños locales de dulces. Una cosa que nos resultó muy curiosa es que en las calles abundan los puestos callejeros de palomitas, y es habitual ver a grandes y pequeños caminando disfrutando de un cartucho a revosar.

Los locales más tradicionales se llaman Kafanas, que vienen a ser como una taberna. Los platos típicos llevan cerdo, en todas sus variedades, pero principalmente en forma de carne picada o en salchichas, acompañados de una guarnición de repollo agrio, una ensalada de tomate, cebolla, pepino con queso fresco y pan. Las sopas aparecen en todas las cartas, y les dimos un par de oportunidades, pero no nos gustaron mucho, el caldo no está tan concentrado como estamos acostumbrados así que se nos quedaron muy sosas. Además, tampoco nos gustó que cuando acampañaban los platos con patatas, eran patatas congeladas 🤦 Error.

Listado de restaurantes de comida local en orden de preferencia:

  • Manufaktura Kralja Petra 13-15: comida de los balcanes con un toque moderno. El plato de cordero asado y el Hunter´s Shnitzel estaban espectaculares. Lo acompañamos con unas verduras a la parrilla muy ricas y una sopa, que hubiera sobrado. Con una cerveza y un agua pagamos unos 25EUR. ¡Alucinante! 😆 Durante el fin de semana es mejor reservar porque se llena.
  • Zavicaj Gavrila Principa 77: es una cadena que tiene varios restaurantes, puedes encontrar uno en la calle Skadarlija, pero nosotros fuimos al que estaba cerca de nuestro hotel, el Zavicaj Balkanska, que tiene una ambiente tradicional de paredes de piedra, manteles de cuadros y vajilla de barro. Pedimos el Sarma plato típico de repollo con salchicha y lacón y el Knezeva Traka steak, un rollo enorme de pollo relleno con bacon, ternera y queso, todo ello rebozado como si fuera un flamenquín. Muy rico para nuestra primera inmersión de cocina local y también a precios moderados.
  • To Je To Despota Stefana 21: para probar los famosos ćevapčići elegimos un local pequeño, con muy buenos comentarios en Tripadvisor y concurrencia de belgradenses. Es un pan tipo pita, abierto por la mitad, con 5 o 10 salchicas dependiendo el tamaño que elijas, una guarnición de repollo y cebolla cruda y con una especie de crema agria. Es un must de la cocina local, el fast food de Belgrado, pero a nosotros no nos encantó. El precio sí nos gustó más, el de 5 salchichas no llega a los 2EUR.
  • Znak Pitanja o Restaurante «?» Kralja Petra, 6: ostenta el título del restaurante más antiguo de Belgrado con 200 años de antigüedad que le ha convertido en un reclamo turístico. Es una Kafana más que un restaurante y tiene una simpática leyenda tras su nombre – en este link podéis leearla. Merece la pena la visita por lo pintoresto, lo que se paga en el precio, y a nosotros nos coincidió además con grupo de música tradicional. La comida es más regular. Pedimos una sopa – gran error – una ensalada y un Plejeskavica, una especie de hamburguesa gigante con carne de cerdo y pechuga de pollo mezclada, que estaba bien. Un matahambre ideal.

Otro restaurante:

  • MOON Sushi & Fusion Food Makedonska 31: comida asiática a buen precio y en un local de dos pisos bastante moderno. Necesitábamos hacer un descanso después de tanta carne 😅
  • Mamá Shelter Kneza Mihaila 54A:  este restaurante se encuentra en la azotea de un centro comercial. En principio la terraza es para los huéspedes del hotel, pero nos dejaron pasar sino ocupábamos las mesas de las barandillas. Nos tomamos un café con vistas al atardecer, así que muy rico ☺️

Atardecer desde la terraza del Mama Shelter

 

En Belgrado no existe la prohibición de fumar en los locales. Te preguntarán si prefieres zona o no de fumadores, pero en muchos sitios ambas zonas están en el mismo salón  🤷

Sin duda nos alegramos de que las circunstancias nos llevaran a Belgrado. Una escapada muy recomendable para quienes quieren un destino a buen precio, un lugar tranquilo, con un toque de cultura y tradición, lleno de Historia viva reflejada en sus paredes. Recomendaría visitarlo en primavera o verano, cuando las flores y las terrazas estén en su mayor apogeo y espero al menos que para entonces ya hayan recogido los adornos de Navidad 😂

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